para así contrarrestar los esfuerzos de compresión que solicitan a la fábrica, a excepción de la organización denominada tabicada, que en arcos y bóvedas confiere a los ladrillos otra postura, el canto, respecto a los esfuerzos.

• Según la posición del ladrillo en tabla existen tres posibilidades de colocación, que son a soga, a tizón o alternando soga y tizón. Con posición en canto se denominará a sardinel y a panderete.

- Colocación a soga: Las piezas de las hiladas siguen la dirección de las sogas. En esta disposición las caras que entran en contacto son las tablas y las testas, quedando a la vista de los cantos.

- Colocación a tizón: Las piezas de las hiladas siguen la dirección de los tizones. Las caras que entran en contacto son las tablas y los cantos, quedando a la vista de las testas.

- Colocación a panderete: Es la disposición en las que las piezas de las hiladas siguen la dirección de las sogas. En esta disposición las caras que entran en contacto son los cantos y las testas, quedan-do a la vista de las tablas.

- Colocación a sardinel: Se da cuando las piezas de las hiladas si-guen la dirección de los gruesos. Las caras que contactan son las tablas, quedando a la vista los cantos y las testas, con los cantos delante. En el sardinel propiamente dicho, los tizones y los grue-sos son horizontales y las sogas verticales. En cambio, si las sogas y los gruesos son horizontales y los tizones verticales, se dice que es a rosca. En ésta quedan a la vista las mismas caras que en el sardinel normal, pero con las testas delante.

– Los aparejos

• Por aparejo entendemos la distribución concreta que reciben los la-drillos en las diferentes hiladas, de forma que exista una trabazón adecuada de cada una de estas con la inmediata inferior y con la inmediata superior.